Tu sonrisa
es para todos, no para mí,y eso me hace especial
ante tus ojos que no me ven.
Pero el caso es que yo sí te veo:
soy capaz de verte
hasta que las campanas renuncien,
y echen su último aliento,
latiendo en esta espera y en este encuentro,
en esta vocación de agradarte sin conocernos,
en lo oscuro, cuando no sabes que soy tu espía,
y soy tu Dios detrás de las cosas.
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