martes, 30 de junio de 2009

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Hoy todo vuela pensó...

Sintió como las cosas caen y avanzan sin cesar y sin prestar atención.

Su visión se tornó nublada al freno. Solo pensó en seguir, seguir y no volver a sentir cansancio.

Gustaba de divagar en el balcón. Fumaba sin parar y sin meditar. Solo sentía la mirada de su putilla y le gustaba ignorar lo que eso implica.

jueves, 18 de junio de 2009

Las 99 razones.

Lanzó todas las hojas de su libreta. ¡Tremenda tontería hacer eso! Fue lo único que exclamó.

No sabía bien porque lo hizo, pero se sintió bien. Era evidente que los químicos en su cabeza no marchaban bien. Igual no le quedaba nada por hacer. Solo era un oficinista más. Su mayor logro era su condición de burocrata vestido de gris. Sonrio levemente pero el vacio en su estómago le borró esa pobre sonrisa que se tatuo al crecer.

Retomó sus labores y descubrió que las pequeñas satisfacciones de la vida se convirtieron en los grandes frenos inhibitorios de su vida.

domingo, 14 de junio de 2009

Del buen apareamiento.

Pensó que su vida se exprimía despues de eyacular. 

Eran ríos de agua viva los que manaban de su entrepierna. Ya estaba vacio.

Su sexo se escondía en su pelambre habitual despues de tremenda faena. 

Entre cortos besos, abrazos pegajosos y divagaciones ambos peinaron su pubis y lo llenaron de placer.

Ambos notaron el desastre del día en su ring sexual. Ignorarlo era lo mejor. Cerrar los ojos y seguir el camino del placer era sin duda su única opción. 

Entregar ciega y fúricamente fluidos y caricias extremas era lo único que quedaba por hacer. 

Durante el transcurso de la recarga sexual sin saberlo ambos pensaron que retardar su vorágine fue una decisión sabia ya que hizo madurar poco a poco las parafílias de los dos.

Un leve conversatorio post amatorio pone fin a su anécdota infeliz.  Y así ella sintio satisfacción total al recoger sus ropas y temores. Estaba llena de placer carnal y eso mitigaba el ardor vaginal. Se sintió satisfecha despues de tan oscuro y enfermo frenesí sexual y entendio que mientrás más enfermo se coge mejor.

lunes, 8 de junio de 2009

De miedos, cambios, drogas y semillas.

Minetras ese sector mental anegábase. Ella se atragantaba con gramos de instinto y otras cuantas rayas de autosuficiencia bisutérica.

Sabía como mitigar esa extraña y metafísica adicción, pero prefirió sufrir mientras se acostumbraba a su nueva entretención.

Cada gramo vuelto rayas  que se metia en el Corazón la hacian sentir menos mal. Pero nada es gratis, toda cosa con valor nominal tiene aparejado un tremendo pecado original. ¡Y eso que importa ya!

Todo su actuar constituyó un enorme acto lleno de amor, coraje y valentía. Tomó la más arriesgada de las decisiones. Escapó de lo más profundo de su Depredador y se adentró en el misterioso mundo de la razón y el dolor.

Cabe destacar que no distinguía de Simbolismos y sabía usar su razón tanto como sabía de Lógica Dialéctica. Sabía unicamente del Corazón. Comía, veía, escuchaba y se movia por el Corazón. 

Contradictoriamente su ceguera de razonamiento no le impidió tomar la correcta decisión que terminaría siendo un acto renacentista.

Dejó su estable y conocida comodidad por su instintiva curiosidad que solo en sus lágrimas se puede llegar a materializar.

Sus ganas de vivir más y de aprehender con el Corazón son caraterísticas muy propias de un ser Básico y Elemental totalmente carente de automatización. Ahora ella germina como la más ínfima y transmutable semilla.

jueves, 4 de junio de 2009

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Despues de casi cuarenta meses de explorar su vida el buen cadaver encontró el momento perfecto para descansar.

Encontró muy dentro de si ese hermoso punto de convergencia. Sintiose tan cómodo con su mutismo y notó que jamás gusto de lo agridulce que ahora lo deleitaba.

Meditó y vio los resultados de su vida. Diose cuenta que cada trago amargo inconcientemente lo aceptó con estoicismo y extrañamente despues del último sorbo buscaba más.

Sabía que el origen de todos sus males ya no causaban en el nada. Eso lo sorprendía. No era un secreto que esas cosas lo vaciaron y cambiaron su condición elemental.

Despues de tanto tiempo sintió satisfacción. Supo que su única opción era tumbarse bajo la sombra de un árbol. Solo tenía que esperar que el hermoso reloj lo hiciera abonar el suelo en medio del más grande derroche de felicidad visto jamás.