lunes, 8 de junio de 2009

De miedos, cambios, drogas y semillas.

Minetras ese sector mental anegábase. Ella se atragantaba con gramos de instinto y otras cuantas rayas de autosuficiencia bisutérica.

Sabía como mitigar esa extraña y metafísica adicción, pero prefirió sufrir mientras se acostumbraba a su nueva entretención.

Cada gramo vuelto rayas  que se metia en el Corazón la hacian sentir menos mal. Pero nada es gratis, toda cosa con valor nominal tiene aparejado un tremendo pecado original. ¡Y eso que importa ya!

Todo su actuar constituyó un enorme acto lleno de amor, coraje y valentía. Tomó la más arriesgada de las decisiones. Escapó de lo más profundo de su Depredador y se adentró en el misterioso mundo de la razón y el dolor.

Cabe destacar que no distinguía de Simbolismos y sabía usar su razón tanto como sabía de Lógica Dialéctica. Sabía unicamente del Corazón. Comía, veía, escuchaba y se movia por el Corazón. 

Contradictoriamente su ceguera de razonamiento no le impidió tomar la correcta decisión que terminaría siendo un acto renacentista.

Dejó su estable y conocida comodidad por su instintiva curiosidad que solo en sus lágrimas se puede llegar a materializar.

Sus ganas de vivir más y de aprehender con el Corazón son caraterísticas muy propias de un ser Básico y Elemental totalmente carente de automatización. Ahora ella germina como la más ínfima y transmutable semilla.

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