viernes, 22 de enero de 2010

ya no uso gel en mis peinados.

Y esto llegó a su fin. Cansado y alborotado.
Rumiando códigos, escupiendo epígrafes, analizando clasificaciones me he codificado en un muñequín de zapatos negros que quiere rumiar derechos y obligaciones. Si, en esto me convertiré.

En un autómata que escupe letras hilvanadas con "conciencia" (mortal), frente otros imbéciles que creen ser más, por su raya al lado izquierdo del cráneo y escupir la misma sarta de juridicadas.

Ser un mierda, un huevón, un zurupeto o un güisache, que más da? Igual te vas a forrar y vas a apestar. Suena horrendo, pero acepto que si, una parte de mi si quiere ser ese come mierda que tanto odia.

2 comentarios:

  1. Muy acertada la frase "Suena horrendo, pero acepto que si, una parte de mi si quiere ser ese come mierda que tanto odia." Ya que al final, nos convertimos en lo que no imaginamos, porque a fin de cuentas nuestros ideales tienen un precio, llamemosle sueldo.

    ResponderEliminar
  2. Sin duda tenés razón con tu comentario. Date cuenta, la dignidad sin duda vale un sueldo, por ende está muy sobrevalorada!

    ResponderEliminar